Violaciones domésticas (Collage* textual para perfo)
Violaciones domésticas que son violación al mandato.
Violencias en el calor del hogar, entre repasadores, tortas y cabezas de rayador.
Calor de hogar que es territorio de la mujer. Territorio con T grande.
Hogar que es templo, pero supo ser hoguera.
Violación del mandato doméstico. ¡Reescribamos la historia, mujer!
Destino femenino de perversa ironía. Perversa armonía y fino placer.
Feminismo de ahora, feminismo de antes.
Violaciones domésticas. Violencias de ahora.
Sentimientos de un género que es de seda, o de pana, ¡o de repasador!
Género de mujeres que son un problema para el arte contemporáneo.
Tres artistas, tres deidades: Alicia, Ana, Cristina.
Ana, Cristina, Alicia, Alicia, Ana, Cristina
La Herrero, La López, La Schiavi. La Schiavi, La Herrero, La López.
Templo de diosas que no son ni diosas ni odiosas. ¡Oh Diosas!
Fuerza del hogar ¡historia de la pintura universal!
Instrumental doméstico, arsenal femenino
y un cuchillo de cocina clavado en la cabeza.
Narraciones que son símbolo del hogar.
Hogar que es como una punta de la corona.
Corona y gesto. Corona y gesto.
Corona desesperada. Corona sacra, sacrílega.
Es el peso del mandato. Mandato, mandado, amañado, mancado, emancipado.
¡Despatriarcado!
Iconografía cotidiana de mujeres célebres.
Violaciones domésticas, prototipo de Venus criolla.
Plástico, plástico que es piel, piel de repasadores,
piel de guantes de goma.
Plastificado plástico de hule. Repasado, repasado, repasador.
Protección de fin de siglo, de fin de ciclo.
Violaciones que son órdenes, como herencias.
Cocinar tortas, deliciosas tortas, sorprendentes tortas.
¡Tus tortas son un vómito! ¡Poné a un hombre!
No sabés coser, no sabes cocinar, no sabés repasar. ¡Repasador!
Chorreantes bocaditos, manjares, manjares. Peluche barato.
Muñequito, puntillita, peluchito.
Pintura espesa y brillante como el chocolate.
Pestañas de flores, ojos de flores, narices de flores. ¡Y la torrrrta!
Repasadores, tortas, cabezas. Mujer cesto, mujer utensilio.
Mujer ¡basura!
¡Rompé el molde mujer! No seas cabeza de budinera.
Violaciones con cabezas policromas. Relato como bio drama.
Retrato, autorretrato, que son otras, que son muchas, que son todas, que soy yo.
La mesa está servida y cada bocado es amenazante y peligroso.
Pero igual devoramos. Juego infantil, refinado y corrosivo.
La López, La Herrero, La Schiavi:
Devoradoras de violaciones domésticas. ¡Eso son!
*En base a comentarios críticos de Fabian Lebenglik, Feliciano Centurion Andrea Giunta